JOAN LAPORTA IMPUTADO EN EL CASO NEGREIRA

REDACCIÓN - El actual presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha sido imputado en el 'caso Negreira'. Esto lo une a una lista de investigados que incluye a José María Enríquez Negreira, su hijo Javier, y a los anteriores presidentes del club, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, entre otros. Todos enfrentan imputaciones por cohecho, corrupción deportiva, administración desleal y falsedad documental. Estas acusaciones surgen en relación con el hecho de que el Barcelona pagó 7,5 millones de euros durante 18 años a José María Enríquez Negreira, quien fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Inicialmente, Joan Laporta no fue imputado, ya que se consideró que los delitos que se investigaban, cometidos durante su primer mandato como presidente del Barcelona entre 2003 y 2010, habían prescrito. Sin embargo, el juez ha extendido temporalmente la investigación y ha determinado que los pagos del club al exvicepresidente de árbitros podrían constituir un delito de cohecho continuado a lo largo del tiempo.

Como resultado de esta extensión, la prescripción se alarga a los últimos diez años, a contar desde el último supuesto delito en julio de 2018. Esto significa que la investigación se extiende hasta 2008, incluyendo el primer mandato de Laporta como presidente del Barcelona. El juez ha afirmado que se extiende la condición de investigado por los delitos mencionados a Joan Laporta y a todas las personas que formaban parte de la junta directiva del FC Barcelona durante su mandato o que tenían una responsabilidad efectiva en la toma de decisiones sobre los pagos presuntamente ilícitos a los Enríquez.

El juez alega que los pagos del Barcelona a los Enríquez produjeron los efectos deseados por el club y crearon una desigualdad en el trato con otros equipos y corrupción sistémica en el arbitraje español. Esto no significa que todos los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos. Según el juez, el Barcelona realizó pagos constatados por la Agencia Tributaria a las sociedades instrumentales utilizadas por los Enríquez, padre e hijo. Además, Enríquez Negreira ocupó un cargo importante en el Comité Técnico de Árbitros y recibió pagos durante 18 años, aumentando gradualmente de 70,000 euros al año a 700,000 euros anuales. Los pagos cesaron cuando Negreira dejó su cargo. Joan Laporta y otras personas vinculadas al club enfrentan esta imputación por su relación con estos pagos.

El Barcelona, a través de su vicepresidente económico, Eduard Romeu, ha declarado que el 'caso Negreira' en general no ayuda a la imagen del club, aunque no prevén un impacto negativo directo en las finanzas del equipo. Afirmaron que las noticias negativas no ayudan, pero el caso no debería afectar económicamente al club. Romeu presentó las cuentas del Barcelona y destacó la importancia de estabilizar la economía del club, que ha tenido pérdidas de hasta 200 millones de euros anuales en los últimos años. Esperan revertir esta tendencia y abordar la deuda del club. Las cuentas del Barcelona indican beneficios oficiales de 352 millones de euros en el ejercicio 2022-2023, con ingresos de 1,259 millones y gastos de 1,165 millones. Romeu subraya que es importante estabilizar los gastos y los salarios del club para garantizar su viabilidad económica.

El vicepresidente económico del Barcelona también señaló que en el mercado de invierno no se contemplan refuerzos ni salidas de jugadores, aunque no descartan el fichaje de Joao Félix, que actualmente está cedido por el Atlético de Madrid. Romeu declaró que les gustaría negociar su contratación, lo que significaría que ha tenido éxito en el club.

En resumen, Joan Laporta, el presidente actual del Barcelona, se enfrenta a una imputación en el 'caso Negreira' en el que se investigan pagos del club a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). El juez ha ampliado la investigación, lo que incluye el primer mandato de Laporta como presidente del Barcelona, y ha alegado que estos pagos podrían ser constitutivos de un delito de cohecho continuado. La investigación se centra en si estos pagos crearon una desigualdad en el trato con otros equipos y corrupción en el arbitraje español. El Barcelona ha reconocido que el caso no ayuda a su imagen, pero no espera un impacto negativo directo en sus finanzas.