MBAPPÉ FIRMA UN TRIPLETE, ALCANZA LOS 60 GOLES EN CHAMPIONS Y LANZA UN AVISO: "SIEMPRE QUIERO MÁS"

REDACCIÓN - Kylian Mbappé no entiende de mesura. Cada partido parece un examen y cada gol, un escalón más en la carrera hacia la leyenda. Este martes, en la goleada del Real Madrid al Kairat Almaty (0-5), el francés firmó un triplete que no solo le devolvió la sonrisa tras el tropiezo en el derbi frente al Atlético, sino que además lo llevó a inscribir su nombre en la historia: 60 goles en la Liga de Campeones.

"Un jugador como yo cuando tiene cinco ocasiones tiene que marcar cinco goles, por eso me ha comprado el Real Madrid. Quiero siempre más", declaró tras el encuentro. Palabras que resumen su carácter, esa mezcla de inconformismo y ambición que ha acompañado cada paso de su carrera.

Mbappé, que ya es el sexto máximo goleador de la Champions, celebró el récord con cautela, consciente de que la memoria futbolística es efímera. “Trabajo para ayudar al equipo. Lo importante no es si marco yo o no, sino que ganemos partidos y trofeos”, recalcó. Sin embargo, en medio de la autocrítica, dejó escapar una media sonrisa: “He marcado tres, muy bien, pero quiero más”.

El francés también destacó la conexión emergente con Arda Güler, a quien definió como “un joven con mucha calidad y talento”, y bromeó con la asistencia que le regaló Thibaut Courtois desde su propia área: “No sé si lo ha hecho a propósito, pero ha sido un pase enorme. Él hizo el 80% del gol, yo solo el 20”.

Mbappé frente al espejo de Cristiano Ronaldo

La comparación es inevitable. ¿Qué tan rápido llegó Mbappé a los 60 goles en Champions en relación con Cristiano Ronaldo? El portugués lo logró en 78 partidos, con una media de 0,77 goles por encuentro, mientras que el francés necesitó 91 partidos, con un promedio de 0,66.

En cifras absolutas, Mbappé aún está un paso por detrás del máximo goleador histórico de la competición. Pero hay un matiz alentador: el galo alcanzó la marca con 26 años y 284 días, mientras que Cristiano lo hizo con 29 años y 21 días. Tres años de ventaja para un delantero que, salvo lesión o giro inesperado, todavía tiene margen de sobra para seguir escalando posiciones.

Entre la ambición y la exigencia

El triunfo en Kazajistán sirvió para lavar las heridas del derbi, pero Mbappé no quiso pasar página del todo. “Nunca hay que olvidar lo que ha pasado. Esta es otra competición, pero lo que ocurrió el fin de semana no puede volver a repetirse”, advirtió, en un mensaje que resuena como autocrítica y también como exigencia colectiva.

Su inicio de temporada con el Real Madrid está siendo arrollador: goles, liderazgo y la sensación de que el club blanco tiene ahora a un delantero diseñado para las grandes noches. Una estrella que no se conforma, que celebra con naturalidad récords que otros perseguirían durante años y que, incluso después de un triplete, se marcha con la sensación de que aún podría haber hecho más.