RC CELTA 0-1 REAL MADRID CF

REDACCIÓN - La inversión de más de cien millones de euros en un futbolista podría parecer excesiva, pero cuando dicho jugador, cuya habilidad era reconocida aunque no se le atribuía un gran golpeo, anota cuatro tantos en tres partidos, es innegable que el Real Madrid ha tomado una acertada decisión en su fichaje. El desempeño del inglés resultó crucial para rescatar a los blancos en el enfrentamiento contra el Celta en Balaídos, un duelo en el que el conjunto local mereció más, especialmente debido a la anulación de un gol temprano por parte del árbitro. Este tipo de decisiones son familiares para Balaídos, pues la temporada previa sufrió tres penaltis en contra en ese estadio.

Si el Barcelona no consigue una victoria en su desafiante visita a La Cerámica este domingo, el equipo dirigido por Ancelotti podría comenzar a construir una cómoda ventaja. No obstante, la victoria del Madrid tuvo un costo, ya que Vinicius Junior sufrió una lesión muscular.

El conflicto se desató a los dos minutos de juego con cierta polémica. El Celta salió enérgico y, en el primer córner que dispuso, logró anotar. Larsen, con gran intención, desvió hacia la red el disparo de Fran Beltrán, asegurando que el debutante Kepa no pudiera intervenir. No obstante, el VAR intervino y el árbitro Díaz de Mera interpretó falta del noruego sobre el portero vasco, en una situación marcada por el forcejeo.

El comienzo del partido fue frenético, lo que resultó en una lesión para Vinicius. A los nueve minutos, el brasileño corrió tras un balón y se lesionó. La jugada no prosperó después de que Unai Núñez cayera al suelo frente a un peligroso Rodrygo. Aunque Vinicius regresó al campo, pronto tuvo que ser reemplazado por Joselu. Aunque el cambio no modificó el sistema de 4-4-2 con un rombo en el centro del campo de "Carletto", los blancos comenzaron a buscar más centros.

El Celta de Benítez se mantuvo sólido en defensa, recurriendo al mismo planteamiento exitoso de 5-4-1 que utilizaron en Anoeta, con Iago Aspas en la punta. Líneas compactas, recuperación de balón y contragolpes, el estilo distintivo de "Big Ben".

La intensidad en los primeros 15 minutos se fue calmando, aunque se mantuvo un ritmo adecuado y se generaron ocasiones interesantes en ambos extremos. El Celta intentó con Cervi, quien se lesionó antes del descanso, y Larsen, quien recortó a Camavinga pero remató débilmente frente a Kepa.

Rodrygo toma el liderazgo sin Vinicius En el Real Madrid, Rodrygo brilló como un rayo y, sin la presencia de Vinicius, asumió el liderazgo en el ataque. Su acción individual frente a todos fue controlada por uno de los nuevos fichajes del equipo celeste, el ex del Celtic Starfelt.

En el minuto 43, un gol de Joselu fue anulado sin discusión por encontrarse en posición adelantada, tras un pase de un Bellingham que hasta ese momento había pasado desapercibido. La última oportunidad del primer tiempo fue para Bamba, cuyo disparo cruzado salió desviado. En general, un buen primer tiempo.

Ancelotti percibió la posible problemática y ajustó su estrategia en el vestuario. Rodrygo se posicionó a la izquierda para aprovechar la tendencia ofensiva de Mingueza en comparación con Manu Sánchez, quien sustituyó a Cervi. Valverde se mostró activo, y el objetivo fue ejercer un mayor control sobre el balón y presionar arriba. Cuando el Celta tuvo oportunidad de atacar, generó peligro con un cabezazo débil de Larsen.

Bellingham rozó el gol alrededor de la hora de juego, nuevamente con la intervención de Rodrygo. Después de la energía que aportaron Tchoauméni y Camavinga, fue momento de que los maestros del balón se destacaran.

Kroos y Modric ingresaron al campo, aunque el alemán sufrió un infortunado error poco después de su entrada, que casi culminó en gol para el Celta. La combinación y el disparo alto de Larsen evidenciaron la equivocación de Kroos.

Sin embargo, Rodrygo continuó brillando y, en un duelo mano a mano con Iván Villar, provocó un penal. El jugador de Aldán tocó primero el balón, desviándolo, y luego derribó al brasileño. Villar detuvo el tiro desde los once metros al sacar su brazo izquierdo, lo que generó un gran júbilo en Balaídos.

No obstante, aún quedaba la actuación de Bellingham, quien estaba en excelente forma. Kroos lanzó un córner, Joselu prolongó el balón y el inglés cabeceó al gol. El cuarto gol de Jude en tres partidos no reflejó completamente el buen desempeño del Celta.