EL REAL MADRID CAE ANTE OLYMPIACOS Y SE DESPIDE DE LA EUROLIGA (84-86)

REDACCIÓN – El sueño europeo del Real Madrid de baloncesto terminó anoche de forma amarga en el Movistar Arena, tras perder por 84-86 ante un sólido Olympiacos que logró la clasificación para la Final Four de la Euroliga. El equipo de Chus Mateo estuvo a un solo lanzamiento de forzar el quinto partido, pero el triple final de Alberto Abalde no encontró el aro y los blancos dijeron adiós a la temporada continental.

Era el cuarto partido de la serie, con la obligación para el Madrid de ganar y mantener con vida sus opciones. El arranque fue prometedor: acierto exterior, intensidad defensiva y protagonismo de jugadores como Hezonja, Abalde y el joven Andrés Feliz, que permitió al equipo firmar una buena primera mitad (47-42).

Reacción griega y desconexión blanca

El guion cambió tras el descanso. Olympiacos, liderado por un Evan Fournier imparable (23 puntos), aprovechó un bajón blanco en ambos lados de la pista para firmar un parcial de 4-17 que dio la vuelta al marcador. Ni siquiera el regreso de Tavares, las canastas de Dzanan Musa o los intentos de Campazzo y Llull fueron suficientes para frenar el empuje griego, con Papanikolau letal desde el perímetro y un Vezenkov decisivo en los minutos finales.

Los madridistas llegaron a perder por 13 puntos, pero no se rindieron. Con un parcial de 11-0 en el último cuarto, llegaron a colocarse a solo dos puntos con 14 segundos por jugar. Tras un tiro libre fallado por Fournier, Abalde tuvo en sus manos la opción de ganar con un triple. Lo intentó, pero el balón no entró.

Una derrota dolorosa en una temporada irregular

El Real Madrid, actual subcampeón de Europa, se queda fuera de la Final Four y ve frustrado su objetivo de levantar su 12ª Euroliga. La eliminación se produce en medio de un final de temporada marcado por las lesiones –Ibaka y Deck no jugaron por molestias– y dudas en el rendimiento colectivo.

La derrota pone fin al recorrido blanco en Europa esta temporada y deja en el aire parte del proyecto deportivo, en un año donde también se ha perdido la final de Copa frente al Barça y las sensaciones han sido irregulares pese al talento individual.

El Olympiacos, por su parte, logra el billete para luchar por el título y confirma su condición de equipo competitivo, capaz de vencer en dos ocasiones consecutivas en Madrid y resistir la presión de un Movistar Arena repleto con más de 11.000 espectadores.