EL MADRID DE BASKET ALIVIA LAS PENAS DE LA EUROLIGA GANANDO AL BARCELONA 97-78

Da Silva machacó el aro del Madrid, pero Yabusele respondió con un contragolpe y un mate. Sin embargo, fue Da Silva quien mantuvo al Barça con su movilidad entre los banquillos. Grimau ajustó el equipo, que mejoró con una defensa más ágil. Un parcial de 2-11 colocó el marcador en 26-25, y Ricky Rubio puso al Barça por delante (30-31). Mateo volvió a poner a Campazzo en cancha, asegurando que Tavares recibiera balones. En el frenesí del juego, la inteligencia de Campazzo para elegir siempre la mejor opción destacó. El argentino desplegó su repertorio de pases y recuperó el control para el Madrid. El Barça se atascó en los tiros exteriores, y Yabusele anotó en el último segundo antes del descanso, cayéndose y usando el tablero (44-36).

Campazzo dominó todos los rincones de la pista y Tavares en su área, superando al Barça al inicio del segundo tramo. Ambos jugadores, heridos por la final europea ante el Panathinaikos, mostraron su mejor versión. Campazzo anotaba y asistía sin oposición, y nadie podía igualar la presencia de Tavares. La velocidad del Madrid para robar y correr, con Hezonja y Musa como martillos, abrumó al Barça con un parcial de 17-2, llevando la diferencia a 23 puntos: 61-38. Grimau recibió una técnica tras una falta señalada a Ricky, quien estaba frustrado por las diferentes velocidades de ambos equipos. El Barça se enredó en protestas a los árbitros, regalando puntos fáciles al Madrid. Laprovittola mostró algo de rebeldía con chispazos individuales, y Ricky avanzó para cortar la defensa blanca, ajustando la diferencia (66-53). El Barça seguía vivo gracias a sus dos cerebros, justo cuando Campazzo descansaba, y a una mayor defensa. Antes del último cuarto, el marcador era 72-62.

Parker redujo la desventaja y Willy mostró su presencia, pero Llull dinamitó el partido con cuatro triples seguidos en 1m 50s, algunos acrobáticos, con el balón muy alto. Llull puso en pie al Palacio con su momento de inspiración (84-69). Yabusele continuó con su puntería y bloqueó a Willy, apagando cualquier intento de resistencia del Barça. Willy también fue detenido por Tavares. Fin de la película. El Madrid fue mucho más equipo que el Barça y alivió la herida de la Euroliga con este clásico.