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La estricta actitud de los árbitros hacia las protestas del equipo blanco genera polémica, con nueve amonestaciones por gestos o comentarios en apenas siete jornadas.
REDACCIÓN - El Real Madrid atraviesa un inicio de temporada complicado, no solo por las exigencias de la competición, sino también por la rigurosidad con la que los árbitros están gestionando sus protestas en el campo. En las primeras siete jornadas de LaLiga 2024/25, el equipo ha visto más tarjetas amarillas por protestar (9) que por infracciones de juego (7). Esta tendencia ha desatado la frustración entre los jugadores, el cuerpo técnico y los aficionados del conjunto madridista, que sienten que el equipo está siendo castigado de manera desproporcionada por sus interacciones con los árbitros.
Un análisis de las estadísticas
Hasta la fecha, el Real Madrid ha realizado 61 faltas y ha recibido un total de 15 tarjetas amarillas y una roja. Sin embargo, lo que más sorprende es que de esas amonestaciones, nueve han sido por protestar decisiones arbitrales, gestos o aspavientos considerados inapropiados por los colegiados. A pesar de que el equipo ha recibido 86 faltas en estos partidos, sus rivales solo han sido sancionados con nueve tarjetas amarillas y ninguna roja, lo que acentúa aún más la percepción de desigualdad en el trato arbitral.
El caso más reciente ocurrió en el partido frente al Deportivo Alavés, en el cual el árbitro Muñiz Ruiz mostró cuatro tarjetas a los jugadores del Real Madrid, tres de ellas por protestas. Jugadores como Valverde, Vinicius y Modric fueron amonestados por interactuar con el árbitro de manera que, en otros encuentros, no hubiera sido motivo de sanción. Lo más polémico es que el Alavés, que cometió nueve faltas, algunas de ellas bruscas, no recibió ninguna tarjeta amarilla, lo que incrementó la sensación de injusticia.
Un patrón repetido en las últimas jornadas
La rigidez de los árbitros en los partidos del Real Madrid no es un hecho aislado, sino una tendencia que ha ido aumentando en las últimas jornadas. En el partido anterior frente al Espanyol, el árbitro Munuera Montero también mostró cuatro tarjetas al equipo blanco, tres de ellas por protestas. En ese encuentro, jugadores como Mbappé, Vinicius y Bellingham fueron amonestados por gestos que, según el criterio del colegiado, superaban los límites permitidos. Estas amonestaciones por gestos mínimos o protestas verbales han sido motivo de debate en la prensa y entre los aficionados, ya que muchos consideran que los árbitros están aplicando un criterio excesivamente estricto con el equipo madridista.
Este patrón comenzó desde la primera jornada, cuando Mendy fue expulsado en un partido donde el árbitro Soto Grado no sancionó con la misma severidad a Maffeo, del Mallorca, por una dura entrada. En partidos posteriores, jugadores como Arda Güler, Carvajal y Vinicius han sido amonestados por protestar en situaciones que, en muchos casos, podrían haber sido gestionadas con advertencias verbales o, simplemente, con más flexibilidad.
Descontento en el Bernabéu
La afición del Santiago Bernabéu ha dejado claro su descontento con las actuaciones arbitrales en los últimos partidos. El sentimiento general es que los árbitros están siendo demasiado estrictos con los jugadores del Real Madrid, lo que está afectando su capacidad para competir con tranquilidad. Los jugadores, conscientes de esta situación, han mostrado su frustración en el campo, algo que queda reflejado en las estadísticas: de las seis tarjetas que el equipo ha recibido en los dos últimos partidos en casa, cuatro han sido por protestar.
Este endurecimiento del criterio arbitral ha dejado a jugadores clave, como Vinicius, al borde de una suspensión. El brasileño ya acumula tres tarjetas amarillas en siete jornadas, y con el Clásico contra el Barcelona programado para el 26 de octubre, cualquier nueva amonestación podría dejar fuera a una de las estrellas del equipo en uno de los partidos más importantes de la temporada.
Impacto en la dinámica del equipo
Para el entrenador Carlo Ancelotti, la situación es preocupante. El técnico ha intentado minimizar la polémica en declaraciones públicas, pero en el vestuario y durante los partidos ha sido evidente su molestia con los árbitros. "Es difícil mantener la calma cuando sientes que no puedes ni hablar con el árbitro sin recibir una amonestación", comentó una fuente cercana al club.
El equipo ha mostrado una buena actitud en términos de juego limpio, cometiendo menos faltas que sus rivales en la mayoría de los partidos, pero esto no ha evitado que se sienta perseguido por los árbitros en cuanto a protestas. Esta dinámica podría afectar la moral del equipo si no se corrige a tiempo, ya que la acumulación de tarjetas por este motivo podría comprometer la disponibilidad de jugadores importantes en partidos clave.
Futuro incierto
El Real Madrid afronta un mes crucial con partidos importantes en LaLiga y la Champions League, y cualquier baja por sanción podría complicar sus opciones. Los jugadores saben que, en este momento, cualquier protesta puede ser castigada, lo que añade un nivel de presión adicional en cada encuentro.
El próximo desafío será gestionar estas emociones y encontrar un equilibrio para evitar amonestaciones innecesarias, mientras el club busca una explicación clara de parte del comité arbitral sobre los criterios que se están aplicando en este inicio de temporada.
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